SANTO DOMINGO.- El Ministerio Público señala en lo que ha denominado Operación Camaleón, un supuesto esquema de corrupción que comenzó como un contrato amañado y que habría evolucionado hasta incluir espionaje, sabotaje tecnológico y lavado de dinero.
Según investigaciones del Ministerio Público, los involucrados conformaron una organización criminal con la participación activa de funcionarios públicos, exempleados y ciudadanos con antecedentes penales.
Presuntamente, el director ejecutivo del INTRANT, Hugo Marino Beras Goico, junto a otros actores claves, jugaron un papel fundamental en la estructura, coordinando y facilitando la adjudicación fraudulenta del contrato para la modernización de la red de semáforos del Gran Santo Domingo.
Según el punto “Características de la organización criminal imputada”, resaltado en la solicitud de medida coercitiva, el postor fue seleccionado incluso antes de que se publicara el proceso de licitación en el portal institucional, y dicho postor, Transcore Latam SRL, participó activamente en redactar las especificaciones y crear un traje a medida para garantizar que ganaría el contrato.
El tema del espionaje
El Ministerio Público indica que una vez adjudicado el contrato, Beras Goico entregó el control de la red de semáforos y del sistema de videovigilancia a, cito, «personas conocidas por su historial de uso ilícito de información».
Presuntamente colocaron cientos de cámaras colocadas estratégicamente en las calles de Santo Domingo sin autorización.
Pero el alcance de la operación no habría terminado ahí. Beras Goico y otros funcionarios, según el Ministerio Público, compartían actividades sociales y familiares con los imputados, lo que hace suponer que la relación iba más allá de lo profesional.
Soborno, espionaje y sabotaje
A medida que avanzaba la investigación, las autoridades indicaron que los funcionarios involucrados habían recibido sobornos para favorecer a los demandados en el proceso de licitación.
Según el parlamentario, la colocación por parte de la empresa Transcore Latam de cámaras de videovigilancia y drones en puntos estratégicos de la ciudad fueron utilizados para espiar realizando “extracciones ilegales de información telefónica”.
Y finalmente atacaron infraestructura crítica del Estado provocando caos en el Tránsito. En agosto de 2024, el esquema criminal alcanzó un nuevo nivel de sofisticación cuando los involucrados, encabezados por José Ángel Gómez Canaán, alias Jochi, provocaron un sabotaje masivo a la red de semáforos de Santo Domingo.