Santo Domingo .-Unos 172 millones de personas en América Latina y el Caribe no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, de ellos, 66 millones no pueden adquirir una canasta básica de alimentos, según el informe “Panorama social de América Latina y el Caribe 2024 ” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El porcentaje de la población latinoamericana en situación de pobreza en 2023 fue del 27,3%, una reducción de 1,5 puntos porcentuales respecto al año anterior y más de 5 puntos porcentuales respecto a 2020, el año más crítico de la pandemia de COVID-19. .
En el caso de República Dominicana, se registró una disminución de la pobreza de 2,2 puntos porcentuales entre 2021 y 2023.
Esta reducción se debió en parte al aumento de los ingresos procedentes del trabajo por cuenta propia y de los salarios. Si bien en la región estos ingresos tuvieron menos impacto en la reducción de la pobreza, en el caso dominicano sí tuvieron una influencia significativa, junto con las transferencias privadas.
Durante la pandemia de 2020, la caída de los ingresos del trabajo por cuenta propia aumentó la pobreza en varios países, incluida República Dominicana.
Sin embargo, las transferencias públicas no contributivas, como los programas de emergencia, ayudaron a mitigar el aumento de la pobreza ese año.
En 2021, la recuperación de los ingresos laborales permitió reducir las ayudas de emergencia sin aumentar la pobreza; Sin embargo, en República Dominicana, la reducción de estas transferencias públicas puede haber contribuido al aumento de la pobreza.
En la región, la disminución de la pobreza en 2023 se explicó en más del 80% por lo ocurrido en Brasil, país que concentra un tercio de la población de América Latina y donde las transferencias no contributivas fueron decisivas.
Si la población pobre en Brasil no hubiera disminuido, el promedio regional en 2023 habría sido del 28,4%, sólo 0,4 puntos porcentuales menos que el año anterior, y la incidencia de la pobreza extrema se habría mantenido sin cambios, en el 11,1%, según el informe.
La CEPAL también indica que, entre 2022 y 2023, no hubo variaciones significativas en los niveles de desigualdad de ingresos en la región, manteniéndose persistentemente altos.
Entre 2014 y 2023, el índice de Gini experimentó una ligera reducción del 4%, pasando apenas de 0,471 a 0,452.
Desigualdad
La distribución de la riqueza es considerablemente más desigual que la del ingreso, según estimaciones incluidas en el informe que integran diversas fuentes de información (activos financieros y no financieros) de la población latinoamericana.
Hacia 2021, el 10% de las personas con mayores ingresos concentraba el 66% de la riqueza total y el 1% más rico concentraba el 33%.
El Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024 también alerta sobre los altos niveles de desprotección social en la región.
En 2022, 1 de cada 4 hogares (23,5%) carecía de acceso a protección social, tanto contributiva como no contributiva, en 14 países de América Latina.
Esta proporción aumentó a 1 de cada 3 hogares (36,5%) en el quintil de ingresos más bajo y en las zonas rurales (29%). La protección social no contributiva, asegura la CEPAL, es esencial para los hogares del primer quintil de menores ingresos, ya que 1 de cada 2 de estos hogares accede a protección social a través de este tipo de apoyo.
Ayuda
— Programa
El 27,1% de las personas en América Latina residían en hogares que recibían programas de transferencias condicionadas. A pesar de sus impactos positivos, en 14 países estudiados sus montos no cubrieron el déficit de ingresos.