Por Carolina Oleaga
Redacción.- En momentos en que el país vive un brote de malaria, en barrios cercanos a las riberas del río Ozama, los vecinos temen que las recientes lluvias desate un brote de la enfermedad y otras afecciones.
Los pobladores de las riberas del río Ozama dicen sentir pánico, afirmando que además del temor de que sus casas se inunden y pierdan sus pertenencias, también les preocupan las enfermedades, que las lluvias de los últimos días podrían dejar en su estela.
Ante el miedo, vecinos de esta zona vulnerable de Santo Domingo Este exigen la intervención de las autoridades una vez que cesen las precipitaciones.
En su último boletín epidemiológico, Salud Pública, informó que hay dos brotes de malaria y que hasta la fecha el país registra 876 casos confirmados de la enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito.
Según las autoridades sanitarias, los dos brotes de malaria se centran en las soñadas provincias de San Juan y Azua.