Puerto Príncipe. EFE.
Quince años después y en medio de violencia y crisis, Haití sigue sufriendo las consecuencias del terremoto de 2010, un terremoto que provocó la muerte de más de 250.000 personas y dejó sin hogar a 1,3 millones de haitianos.
A pesar de la década y media que ha transcurrido desde entonces, las condiciones de vida de la población no sólo no han mejorado, sino que a menudo han empeorado, y la inseguridad frena cualquier intento de desarrollo.
Haití se encuentra actualmente sumido en una crisis sociopolítica, económica y humanitaria sin precedentes, marcada por la creciente violencia de las bandas armadas, la fuga masiva de cerebros, el aumento de la inseguridad alimentaria, la dificultad para residir en una vivienda digna y la creciente vulnerabilidad del país a la crisis. desastres naturales.
Crisis humanitaria
En los últimos quince años, Haití ha sufrido huracanes que se han cobrado decenas de vidas, una inestabilidad política que ha incluido el asesinato de un presidente (Jovenel Moise en 2021), una crisis de seguridad con miles de muertos y terremotos con cientos de víctimas. .
Los desastres naturales, combinados con catástrofes humanitarias y políticas, han sumido a Haití, el país más pobre de América, en un ciclo de pobreza extrema, donde 5,4 millones de personas, la mitad de la población, luchan por alimentarse todos los días.
Las marcas y huellas del terremoto permanecen en Haití. No sólo son visibles en los edificios aún destruidos, sino también en las mentes y cuerpos de los supervivientes.
Miles de personas que perdieron a sus seres queridos siguen de luto, cientos de personas discapacitadas están excluidas de una sociedad que no las tiene en cuenta y los traumas están lejos de ser tratados en un país donde la salud mental está lejos de ser una prioridad. para la salud pública.