Por cuarto día consecutivo, Israel ha lanzado una gran ofensiva contra el sur del país, con bombardeos simultáneos contra cientos de puntos. La prensa israelí anuncia una “ofensiva a gran escala” en todo el país. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el domingo su alarma ante la posibilidad de que el Líbano se convierta en “otra Gaza”, según declaró a la CNN.
Las fuerzas israelíes dicen que están atacando lanzacohetes pertenecientes a la milicia libanesa Hezbolá, pero los residentes libaneses no afiliados a la milicia dicen que también se están bombardeando zonas sin presencia del grupo armado, incluidos campos agrícolas que son vitales para el sustento de miles de personas.
Según fuentes de seguridad israelíes, la violencia israelí en el Líbano se intensificará aún más en las próximas horas. Los medios israelíes informan de que el ejército israelí lanzará una ofensiva “a gran escala” el lunes por la tarde y añaden que “todo el Líbano”, y no sólo el sur, se verá afectado por la operación.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, ha lanzado esta mañana un mensaje de advertencia a los civiles libaneses que viven en zonas utilizadas por Hezbolá. Hagari les llama abiertamente a abandonar sus hogares, lo que coincide con los mensajes amenazadores y misteriosos que están recibiendo en sus teléfonos móviles numerosas personas y grupos sociales del sur del Líbano instándoles a abandonar el territorio.
Se trata de la primera advertencia de este tipo del ejército israelí a la población libanesa desde el inicio de la guerra el 7 de octubre entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.
Después de que comenzó el conflicto, Hezbolá comenzó a disparar cohetes hacia territorio israelí en apoyo de su aliado Hamás y los palestinos en Gaza.
Cientos de miles de civiles libaneses observan con resignación el desarrollo de los acontecimientos, conscientes de la impunidad con la que Israel ha destruido por completo la Franja de Gaza. Ahora temen que les llegue el turno a ellos.