Ginebra
Un equipo de científicos suizos ha descubierto una serie de mutaciones del ADN que son responsables del deterioro más rápido de ciertos órganos, como el hígado o los riñones, un hallazgo que podría abrir nuevas vías para ayudar a frenar el envejecimiento celular.
La investigación, coordinada por la Universidad de Ginebra (UNIGE), revela que estas mutaciones, a menudo ocultas, se acumulan más en órganos compuestos por tejidos de proliferación lenta, como el hígado, impidiendo la división celular y, por tanto, su reproducción.
Para llegar a esta conclusión, los científicos extrajeron el hígado de varios ratones de diferentes edades y estudiaron la posible relación entre el envejecimiento más rápido de este órgano y la menor frecuencia de replicación del ADN en sus células.
Los resultados mostraron que la replicación del ADN en las células del hígado (hepatocitos) ocurre siempre en regiones genéticas no codificantes -que no proporcionan instrucciones para producir proteínas-, que no están sujetas a controles periódicos de errores del ADN y, por tanto, acumulan daños con el tiempo.
El estudio también reveló que el inicio de la replicación fue mucho más eficiente en los hígados de ratones jóvenes que en los viejos.
Los científicos creen que estos hallazgos pueden ayudar a explicar por qué los tejidos de crecimiento lento, como los del hígado, envejecen más rápidamente que los tejidos de crecimiento rápido, como los del intestino o la piel.
«Tras la extirpación del hígado en ratones jóvenes, el daño sigue siendo mínimo y la replicación del ADN es posible; por el contrario, en ratones más viejos, el número excesivo de errores acumulados a lo largo del tiempo activa un sistema de alarma que impide la replicación del ADN.«, explicó Giacomo Rossetti, investigador del Departamento de Biología Molecular y Celular de la UNIGE y autor del estudio.
Este bloqueo de la replicación genética impide que las células proliferen, lo que conduce a la degradación de las funciones celulares y al envejecimiento de los tejidos.