SEÚL, Corea del Sur. AP
La policía surcoreana arrestó el miércoles al presidente Yoon Suk Yeol, quien había sido suspendido de su cargo luego de su breve imposición de la ley marcial el mes pasado.
En un mensaje de vídeo grabado antes de ser escoltado a la sede de una agencia anticorrupción, Yoon lamentó que “el Estado de derecho se ha derrumbado por completo en este país”, pero señaló que estaba cumpliendo la orden de arresto para evitar enfrentamientos entre agentes. la policía y el servicio de seguridad presidencial.
Se pudo ver una serie de camionetas negras, algunas equipadas con sirenas, saliendo del complejo presidencial acompañadas de escoltas policiales. Un vehículo que aparentemente transportaba a Yoon llegó más tarde a la Oficina de Investigación de Corrupción para Funcionarios de Alto Rango en la cercana ciudad de Gwacheon.
Yoon fue detenido unas tres horas después de que cientos de policías ingresaran al complejo residencial en su segundo intento de arrestarlo por su imposición de la ley marcial el mes pasado. Los abogados de Yoon intentaron persuadir a los investigadores para que no ejecutaran la orden de detención, diciendo que el presidente comparecería voluntariamente para ser interrogado, pero la agencia se negó.
Al parecer, los agentes no encontraron resistencia significativa por parte de las fuerzas de seguridad presidenciales cuando se acercaron a la residencia de Yoon y no hubo informes de enfrentamientos en este momento.
La operación.
La policía desplegó unos 3.000 efectivos para el operativo de este miércoles y acordonó la zona, mientras difundía sucesivos mensajes por megafonía advirtiendo a quienes impedían que se llevara a cabo la detención.
Es posible que más de mil investigadores anticorrupción y agentes de policía hayan participado en la operación para detener a Yoon, que llevaba semanas refugiado en la residencia Hannam-dong de la capital, Seúl, mientras juraba “luchar hasta el final” contra esfuerzos por expulsarlo.
Yoon ha justificado su declaración de la ley marcial el 3 de diciembre como un acto legítimo de gobierno contra una oposición “antiestatal” que utiliza su mayoría legislativa para frustrar su agenda.
