Se espera que el jueves, el líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, pronuncie su primer discurso desde los atentados de estos dos días.
Beirut
Una segunda ola de explosiones simultáneas en dispositivos de comunicación inalámbrica ayer miércoles causó al menos 20 muertos y 450 heridos en varios puntos del Líbano, dejando un total de 32 muertos y más de 3.200 heridos en ambas rondas ocurridas en apenas 24 horas.
Por segundo día consecutivo se registraron a primera hora de la tarde del miércoles un gran número de explosiones procedentes de dispositivos en el sur del país, el valle oriental de Bekaa y los suburbios del sur de Beirut conocidos como Dahye.
Aunque el número de muertos en estas zonas controladas por el grupo chií libanés Hezbolá fue mayor que el día anterior, el número de heridos está muy por debajo de los 2.800 registrados debido a la primera ola, según el último informe facilitado por el Ministerio de Salud Pública del país.
Si bien la primera ola involucró miles de buscapersonas pertenecientes a miembros de Hezbolá, esta vez fueron radios las que detonaron, según los medios locales.
Incendios y más movilizaciones
Un día más, el Cruz Roja El gobierno libanés ha vuelto a movilizar decenas de ambulancias, varias organizaciones han lanzado llamamientos a la donación masiva de sangre y el ejército ha advertido contra las aglomeraciones en las zonas afectadas para permitir el paso de los equipos médicos.
La Defensa Civil libanesa dijo en un comunicado que sus equipos habían estado involucrados en la extinción de incendios en docenas de edificios y vehículos causados por las explosiones de “dispositivos inalámbricos y lectores de huellas dactilares”.
Según su recuento, sólo en la provincia sureña de Nabatieh fueron quemados 60 casas y negocios, así como 15 automóviles y decenas de motocicletas.
También se registraron incendios en menor medida en los distritos administrativos de Bekaa (este), Baalbek-Hermel (este), sur de Líbano, y en Dahye. En esta periferia de la capital, un testigo que pidió el anonimato dijo a Efe que presenció una explosión de baja intensidad ocurrida en el interior de un vehículo, del que vio salir a dos pasajeros completamente cubiertos de “sangre”.
Otro testigo afirmó que varias casas fueron incendiadas en este importante bastión de Hezbolá, donde inmediatamente se intensificaron las medidas de seguridad, coincidiendo con el vuelo de al menos un dron sobre la zona.
La culpa es de Israel
El grupo chiíta, que culpó a Israel del ataque del martes y prometió venganza, aún no ha hecho comentarios sobre las últimas explosiones.
El suceso del martes sorprendió al país aún con la resaca del atentado anterior, horas después de que el ministro de Salud Pública libanés, Celebra Abiadvisitará una serie de hospitales de la capital donde se encuentran algunas de las 1.800 personas ingresadas el miércoles.