El economista César Augusto Sención, exasesor del gobierno salvadoreño, ofreció un análisis de la situación económica, de seguridad y política de El Salvador, destacando datos y percepciones importantes del país bajo el liderazgo de Nayib Bukele.
Sención destacó que, a pesar de la percepción internacional de que El Salvador vive un momento de prosperidad, los datos económicos oficiales muestran una realidad diferente. Según cifras del Banco Central de Reserva, la pobreza en el país ha aumentado del 22,8% en 2019 al 27,2% en 2023. Además, el costo de la canasta básica ha aumentado un 20%, afectando el poder adquisitivo de la población. Aunque el salario mínimo ha aumentado un 20%, este aumento ha sido absorbido por la inflación, que ha alcanzado cifras históricas en el sector alimentario, superando el 12%.
Asimismo, Sención señaló que la deuda pública ha crecido significativamente al ubicarse en $24 mil millones, lo que representa un aumento considerable respecto de los $19,2 mil millones de 2019. Este aumento ha generado preocupación, dado que parte de la deuda se ha destinado a sectores no productivos, como Gasto militar y de seguridad.

Sención habló en estos términos al participar de una entrevista en el programa Conociendo Otras Fronterasconducido por José Luis Morillo Frías y transmitido por el canal Vozz Media Network,
Añadió que uno de los logros más notables del gobierno de Bukele ha sido la mejora de la seguridad, especialmente la drástica reducción de los homicidios. El país ha experimentado una disminución considerable en las tasas de homicidios, atribuida en parte al controvertido régimen de emergencia y a la fuerte política de encarcelamiento masivo de miembros de pandillas. Sin embargo, Sención advirtió que otros delitos, como la violencia sexual y las desapariciones, han mostrado un aumento preocupante, lo que plantea dudas sobre la eficacia de las políticas de seguridad a largo plazo.

Respecto a la situación política, Sención describió un panorama de crisis para los partidos tradicionales de El Salvador, particularmente el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Durante los gobiernos del FMLN, el país experimentó avances en la reducción de la pobreza y mejoras en salud y educación; Sin embargo, una crisis interna debilitó al partido, que no logró capitalizar sus logros sociales. Esta división, junto con la desconexión con su base social, llevó al FMLN a una estrepitosa caída en las elecciones de 2019.
Por su parte, ARENA ha sido abandonada por las principales élites empresariales del país, que ahora apoyan abiertamente a Bukele. Este respaldo empresarial, sumado al apoyo de sectores conservadores y militares, ha consolidado el poder del actual presidente, eliminando cualquier oposición significativa dentro del sistema político.