Un pastor estadounidense detenido en China durante casi 20 años fue liberado de prisión y regresó a su casa con su familia en Texas.
David Lin, de 68 años, fue sentenciado a cadena perpetua en 2006 por cargos que Estados Unidos dice son falsos después de ser declarado culpable de fraude por ayudar a una iglesia clandestina a lanzar un centro de reuniones en Beijing.
Su liberación se produjo apenas unas semanas después de que el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se reuniera con el ministro de Relaciones Exteriores de China en la capital china.
Su hija, Alice, dijo a Politico: «No hay palabras que puedan expresar la alegría que tenemos; tenemos mucho tiempo que recuperar».
Agregó que el Departamento de Estado de Estados Unidos la contactó el sábado para confirmar que las autoridades chinas habían liberado a su padre de la prisión y que volaría a San Antonio, Texas, el domingo.
«Damos la bienvenida a la liberación de David Lin de la prisión en la República Popular China», dijo un portavoz del Departamento de Estado.
«Ha regresado a Estados Unidos y ahora podrá ver a su familia por primera vez en casi 20 años».
El momento en que Jake Sullivan se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, sugiere que pudo haber estado involucrado en las negociaciones que llevaron a la liberación de Lin.
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«Sé que Jake Sullivan planteó el caso de mi padre», dijo su hija a Politico.

Mientras estuvo encarcelado, el Sr. Lin se perdió la boda de su hija y el nacimiento de su nieto.
Su liberación se produce días antes de una audiencia del Congreso centrada en los ciudadanos estadounidenses detenidos en China, de los que se estima que hay 200.
El Departamento de Estado considera que otros dos estadounidenses, Mark Swidan y Kai Li, están encarcelados injustamente. Swidan se encuentra actualmente en el corredor de la muerte por presunto tráfico de drogas.
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Se dice que todo el mundo sufre de problemas de salud.
China no reconoce la doble ciudadanía, lo que significa que las personas que tienen un pasaporte estadounidense y uno chino son considerados ciudadanos chinos. Pekín.