El Primer Ministro de Australia, Antonio Albanesecriticó este sábado al dueño de la plataforma X, Elon Musk, quien calificó «fascista» el gobierno australiano por anunciar un proyecto de ley que requeriría que las empresas de redes sociales paguen multas si no controlan las noticias falsas.
«Bueno, las redes sociales tienen una responsabilidad social. Si el señor Musk no lo entiende, eso dice más de él que de mi gobierno», dijo Albanese a los periodistas en Canberra, según una transcripción proporcionada por su oficina.
La propuesta prevé que las redes sociales y las plataformas digitales podrían ser multadas hasta con el 5% de sus ingresos globales si difunden noticias engañosas y falsas que causen daños graves.
«Fascista», escribió Musk en su cuenta X el jueves por la noche, compartiendo noticias sobre el Proyecto de Ley de Enmienda de las Comunicaciones (Combate a la Desinformación y la Información Incorrecta) de 2024, que fue presentado en el parlamento de Canberra el jueves.
El proyecto, dicen las autoridades, busca combatir los graves daños que causa la distribución de información errónea y desinformación a la seguridad, la salud y el bienestar de los australianos, así como a la democracia, la sociedad y la economía del país oceánico.
El secretario adjunto del Tesoro australiano, Stephen Jones, ya calificó el viernes los comentarios de Musk como «locura«, subrayando que el proyecto de ley es una respuesta al ejercicio de la «soberanía» de su país, como cualquier otro, para mantener a sus ciudadanos «a salvo de los estafadores, a salvo de los criminales».
El proyecto de ley pretende otorgar a la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios (ACMA) más poderes para monitorear y regular, permitiéndole imponer un código de conducta pero no eliminar contenido individual, entre otras medidas.
La propuesta forma parte de una serie de iniciativas que se han anunciado o presentado en el Parlamento contra el doxing (revelar información de una persona en línea sin su consentimiento), el fraude en línea y la imposición de límites de edad para el acceso a las redes sociales.
En abril pasado, las autoridades australianas obligaron a X a eliminar un vídeo de un ataque violento, pero la plataforma sólo lo eliminó en Australia.
Posteriormente, la Comisión de Seguridad Electrónica llevó a X a los tribunales, pero retiró la demanda en julio cuando otro tribunal dictaminó que una orden judicial contra el video violento fuera de Australia era “inaplicable” debido a la falta de jurisdicción australiana.