Los Ángeles.-La estrella del pop mundial Skye Riley (Naomi Scott) está a punto de emprender una nueva gira mundial cuando comienza a vivir una serie de acontecimientos cada vez más terroríficos e inexplicables en el estreno de la secuela ‘Smile 2’.
Esto es lo que ha propuesto el director Parker Finn en la continuación de la primera, un éxito inesperado de 2022, más loco, más sangriento y mucho más grande.
Según los críticos que ya han visto la película de terror, el gran “pero” es que no es ni diferente ni mejor que la original, salvo su premisa original de meternos directamente en la ansiedad de una estrella del pop como Dua Lipa o Lady Gaga. , encarnada aquí en la superdiva Skye Riley, quien comienza a experimentar fenómenos cada vez más terroríficos e inexplicables justo antes de emprender una nueva gira mundial.
Abrumada por la avalancha de acontecimientos horribles y las presiones de la fama, se ve obligada a afrontar los hechos de su pasado antes de que la entidad sonriente se apodere de su vida.
el sentido
Las altas expectativas puestas con ‘Smile 2’ no parecen tener mucho sentido, pero a pesar de ofrecer dos horas de risas, gore y diversión macabra, no puedes quitarte la sensación de que ha llegado con prisas.
El director Parker Finn es un virtuoso a la hora de mover la cámara, pero evita demasiados riesgos, sin innovar ni llevar al extremo su propuesta inicial, traicionando sus propias promesas de que iba a ofrecer algo inesperado o sorprendente respecto a lo que esperaba. había visto.
Todo es más impactante, pero también más estridente y áspero, aumentando lo ya mostrado con lentes macro, pero sin experimentar con las posibilidades oníricas de la maldición.
El concepto musical y la danza se incorporan con naturalidad y generan escenas con mucho poder visual, que subrayan los vaivenes mentales del protagonista.
El hecho de que fuera drogadicta no juega a su favor, ya que su familia cree que ha vuelto a consumir debido a su comportamiento errático, según el guión de la secuela.
