Contaminación Visual

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Santo Domingo.- Agos. 28, 2023

La República Dominicana, como muchas otras naciones, enfrenta un desafío recurrente durante los períodos electorales: la contaminación visual generada por las vallas publicitarias de los candidatos a puestos electivos. Cada vez que se acercan elecciones presidenciales, municipales y legislativas, las calles se inundan con un mar de rostros sonrientes,  con lemas pegadizos y a veces con promesas deslumbrantes. Sin embargo, detrás de la aparente muestra de fervor democrático, se esconde una práctica que afecta negativamente nuestro entorno y la experiencia ciudadana.

La proliferación de vallas publicitarias de candidatos en las principales ciudades y áreas urbanas ha alcanzado proporciones alarmantes. Los candidatos, en su afán por captar la atención del electorado, llenan cada centímetro cuadrado de espacio disponible con sus imágenes y mensajes. El resultado es una saturación visual que distrae a los conductores, peatones y ciudadanos en general, generando un peligro potencial en las calles y carreteras.

Además de representar un riesgo para la seguridad vial, esta invasión visual también afecta negativamente la estética de nuestros paisajes urbanos, obstaculizando cualquier experiencia visual sana. En lugar de apreciar la belleza natural y/o arquitectónica de nuestro entorno, nos enfrentamos a una lucha constante entre rostros, colores y mensajes políticos que, en muchos casos, no hacen más que repetir promesas vacías y poco realistas.

Otro aspecto preocupante de esta contaminación visual es el impacto ambiental. Las vallas publicitarias suelen fabricarse con materiales no biodegradables, lo que significa que su descomposición es lenta y su eliminación, costosa. Además, la producción de estos elementos publicitarios puede generar una gran cantidad de desperdicios que afectan nuestro medio, sumándose a los problemas ya existentes de contaminación.

Es comprensible que los candidatos y los partidos políticos deseen hacerse notar y llegar al mayor número de personas posible, pero la búsqueda de votos no debería llevarnos a sacrificar nuestra calidad de vida y el cuidado de nuestro entorno. Hay alternativas más responsables y respetuosas con el medio ambiente y la ciudadanía que pueden ser utilizadas para promocionar candidaturas.

En primer lugar, es esencial fomentar el uso de espacios digitales para la promoción política. Redes sociales, páginas web y plataformas en línea pueden ser canales efectivos para transmitir mensajes de manera más sostenible y llegar a un público más amplio. Además, los debates, foros y actividades de campaña cara a cara permiten un contacto directo con los ciudadanos y un intercambio de ideas más transparente y honesto.

Por otro lado, es imperativo que se implementen regulaciones mas estrictas sobre la ubicación y el tamaño de las vallas publicitarias. Establecer zonas específicas para su colocación y limitar su número y tamaño puede ayudar a controlar la contaminación visual y garantizar que no se conviertan en una molestia para la comunidad.

Debemos ser conscientes del impacto negativo que esta práctica tiene en nuestro entorno, seguridad vial y calidad de vida. Es hora de que promovamos un enfoque más responsable y sostenible en la forma en que llevamos a cabo nuestras campañas políticas. Solo así podremos avanzar hacia una democracia más madura y respetuosa con nuestro medio ambiente.

John Vladimir Bencosme
Presidente de MVLIMA Group. Fundador y director del diario digital ElBuenDía.com
  

 

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